La excursión de Abu Simbel se puede hacer de dos maneras, en avión y en autobús desde Asuán.
De aquí nos llevaron a ver la Presa de Asuán que no tiene nada curioso que ver más que la panorámica inmensa del lago Nasser y al otro lado el río Nilo.
Si vais atentos por el camino vereis en una orilla del río el templo de Filae, el cual dicen que es precioso verlo con el espectáculo de luz y sonido.
De aquí nos llevan a ver dos tiendas para turistas, la de Pairos y la de Esencias. Mi consejo es que no compréis nada aquí ya que los precios son totalemnte españoles y europeos. Por poco que busqueis en El Cairo veréis los mismos papiros el doble de baratos.
Los de la Tienda de Papiros dicen que sus papiros son únicos y originales, lo cual es totalmente incierto porque los ves en cualquier tienda allí y aquí, y además más baratos. En la que nos llevaron vendían papiros que eran pintados por Nubios, eran bonitos, muy caros, y por el motivo anterior dudosos.
Nada más entrar a la tienda te ofrecen té y te cuentan de forma cansina porque lo repiten 20 veces al día durante todo el año, cómo es la elaboracíon de los papiros, y la manera de distinguir entre el papiro hecho de platano (os vendrá bien para compralos en otro lado...) y el bueno, que está hecho de caña.
De allí, recorrreis 10 metros y os meten en la Tienda de Esencias, donde te venden perfumes que emulan a los originales (En España lo venden las tiendas de chinos) en cuanto a olor y precio. Además os intentan vender esencias para todo tipo de funciones como viagra, resfriado, tos, etc.
En conclusión, el día es muy duro y merece la pena la parte de Abu Simbel, pero la segunda parte os podéis quedar en el barco descansando si lo necesitais ya que no lo merece tanto.
En autobús te levantan a las 2:30 A.M., lo que fue nuestro caso, y en avión a las 6 o 6:30 de la mañana. El precio de la excursión en autobús es de 95 € y en avión 195€.
Los dos medios para ir tiene sus puntos positivos y negativos, en cuanto al autobús, lo negativo que está claro que es el madrugón, el dormir en un autobús incómodo (dejan llevar la almohada del hotel), lo positivo es que se puede ver el paisaje del desierto, repleto de montículos que se asemejan a pirámides y no descarto que alguno sea una pirámide o lo que queda de ella, además de que se llega a Abu Simbel temprano cuando no aprieta el sol y hay menos gente viendo los templos. La comida te la dan en la motonave en una bolsa, y no os hagáis ilusiones porque os vais a encontrar zumo de pomelo, un pepino sin pelar, un bocadillito de queso y choped, en conclusión, si no te lo comes déjaselo a los chicos que limpian el autobús ya que les hará ilusión según dijo el guía.
En cuanto al avión lo positivo es evitarse el madrugón y la rapidez para embarcar y llegar al destino en aviones que según dicen son buenos y modernos. No os extrañe si embarcáis con un billete que no es el tuyo porque así es también para ir a El Cairo como a la vuelta para Madrid y Barcelona. Más exactamente para ir a Abu Simbel te tienes que apuntar en un papel, eso es la facturación en Egipto, como ya he dicho anteriormente es un caos controlado.
Llegamos a Abu Simbel 3 horas después más o menos escoltados por la policía y otras muchas decenas de autobuses repletitos de turistas.
En cuanto al avión lo positivo es evitarse el madrugón y la rapidez para embarcar y llegar al destino en aviones que según dicen son buenos y modernos. No os extrañe si embarcáis con un billete que no es el tuyo porque así es también para ir a El Cairo como a la vuelta para Madrid y Barcelona. Más exactamente para ir a Abu Simbel te tienes que apuntar en un papel, eso es la facturación en Egipto, como ya he dicho anteriormente es un caos controlado.
Llegamos a Abu Simbel 3 horas después más o menos escoltados por la policía y otras muchas decenas de autobuses repletitos de turistas.
Explicar que Abu Simbel se encuentra actualmente trasladado 200 metros respecto a su ubicación original debido a la construcción de la Presa de Asuán que conllevó la crecida del Nilo y la creación del Lago Nasser. Por ello, en 1959 se decidió trasladar con la cooperación de numerosos países. Finalmente en 1968, se acaba la reconstrucción que se realizó desmantelando en bloques los templos y volviéndolos a montar más arriba.
Ramsés II construyó el templo que se llama como su nombre para asustar y acobardar a los enemigos africanos que tras seguir la ruta que conduce desde África a Egipto se encontrarían con 4 enormes estatuas del faraón sentado y escritos sobre la dominación del faraón sobre sus enemigos asiáticos y africanos.
Ramsés II construyó el templo que se llama como su nombre para asustar y acobardar a los enemigos africanos que tras seguir la ruta que conduce desde África a Egipto se encontrarían con 4 enormes estatuas del faraón sentado y escritos sobre la dominación del faraón sobre sus enemigos asiáticos y africanos.
Los colosos están acompañados de relieves de menor tamaño de su madre, su mujer y sus hijos.
Llama la atención que en la parte superior de la fachada se encuentran monos babuinos que dan la bienvenida a la salida del sol.
El templo tiene una única puerta por la que entraría los rayos del sol del amanecer y recorrería los pasillos del templo hasta dar con el rostro de una estatua de Ramsés II y de los dioses Amón, Ra. A estos 3 relieves les acompaña la estatua de Ptah que no es iluminado al ser el dios de la oscuridad.
Ese milagro se produce dos veces al año, el 20 de febrero y 20 de octubre, fechas del cumpleaños y la coronación del faraón.
La anécdota que se cuenta al visitar Abú Simbel es que los ingenieros al trasladarlo se equivocaron en hacer los cálculos, y actualmente el sol ilumina la cara del faraón 1 ó 2 días después.
Se dice que al llegar la primera fecha con el templo trasladado se personaron para verlo cientos de medios de comunicación y personalidades políticas, y se llevaron un chasco porque el fenómeno no ocurrió.
Al día siguiente el único vigilante que hacía sus funciones en el templo, vió como el sol daba en la cara de Ramsés II.
Este año las fechas son el 22 de octubre y el 22 de febrero, lo que hace que los cálculos sean más erróneos aún, ya que son 2 días de diferencia según las fuentes que he consultado en la red.
La primera sala del templo de Ramsés II alberga 8 estatuas del faraón en postura osirica (brazos en cruz). A nosotros nos llamó la atención un grabado donde el faraón conduce un carro escoltado por un león, lo cual es imposible...
El templo esta rodeado con galerías también muy ilustradas y con bastante color, para mi que lo han restaurado demasiado.
Y la última sala del templo es el santuario del cual ya hemos hablado que contiene al faraón y a los 3 dioses.
A la derecha (Norte) del templo de Ramsés II se encuentra el templo menor de Neferatari que está dedicado a Hathor, diosa del amor y la belleza. Es más pequeño pero no es por ello menos bonito o trabajoso de construir.
Este templo se lo construyó Ramsés a su esposa preferida de las noventa y pico que tenía para honrarla. Por ello la fachada está decorada con 4 estatuas de Ramsés y 2 de Nefertari del mismo tamaño, que explica el cariño que la tenía.
Lo más curioso y bonito del templo es la primera sala que contiene seis columnas con la cabeza de la diosa Hathor esculpidas en ella.
Las salas que la rodean contienen grabados donde Ramsés y Nefertari ofrecen sacrificios a los dioses y las típicas escenas militares que también se ven en el templo mayor.
Y con esto se acaba la maravillosa excursión a Abu Simbel que uno no se puede perder si viaja a Egipto.
Nos montamos en el autobús habiendo pagado alguna librilla, por usar los servicios ya que hay que aguantar otras 3 horas de vuelta.
También a la salida se puede comprar cosillas majas en el mercadillo, pero os aconsejo que os espereis a El Cairo para ello. Eso si, no perdais la oportunidad de comprar postales del sitio ya que no las veréis más.
Llegados a la motonave con un calor infernal, nos disponemos a comer y sin para mucho en la habitación, salimos para visitar el Obelisco Inacabado en las horas centrales del día y con un calor sofocante y deshidratador.
El famoso Obelisco Inacabado se encuentra en una cantera en Asuán. Es famoso ya que los egipcios nunca llegaron a acabarlo ya que empezó a grietarse, lo que hizo a los ingenieros de la época pensar que la calidad del granito no era buena y plantearse la imposibilidad de trasladarlo.
El Obelisco iba a ser el más grande construido ya que mide casi 42 metros y pesa 1200 toneladas.
El hallazgo de este monolito fue muy importante ya que permitió conocer la manera en que los antiguos egipcios construían dichas moles.
A pie de cantera se pueden observar distintos orificios en los que se introducían troncos mojados en agua, el agua al secarse dicen que hacía estallar el tronco y por tanto la piedra.
Al marcharos de la cantera fijaros en el cementerio que hay al lado, ya que es curioso contemplar como todas las tumbas están orientadas hacia la Meca.La primera sala del templo de Ramsés II alberga 8 estatuas del faraón en postura osirica (brazos en cruz). A nosotros nos llamó la atención un grabado donde el faraón conduce un carro escoltado por un león, lo cual es imposible...
El templo esta rodeado con galerías también muy ilustradas y con bastante color, para mi que lo han restaurado demasiado.
Y la última sala del templo es el santuario del cual ya hemos hablado que contiene al faraón y a los 3 dioses.
A la derecha (Norte) del templo de Ramsés II se encuentra el templo menor de Neferatari que está dedicado a Hathor, diosa del amor y la belleza. Es más pequeño pero no es por ello menos bonito o trabajoso de construir.
Este templo se lo construyó Ramsés a su esposa preferida de las noventa y pico que tenía para honrarla. Por ello la fachada está decorada con 4 estatuas de Ramsés y 2 de Nefertari del mismo tamaño, que explica el cariño que la tenía.
Lo más curioso y bonito del templo es la primera sala que contiene seis columnas con la cabeza de la diosa Hathor esculpidas en ella.
Las salas que la rodean contienen grabados donde Ramsés y Nefertari ofrecen sacrificios a los dioses y las típicas escenas militares que también se ven en el templo mayor.
Y con esto se acaba la maravillosa excursión a Abu Simbel que uno no se puede perder si viaja a Egipto.
Nos montamos en el autobús habiendo pagado alguna librilla, por usar los servicios ya que hay que aguantar otras 3 horas de vuelta.
También a la salida se puede comprar cosillas majas en el mercadillo, pero os aconsejo que os espereis a El Cairo para ello. Eso si, no perdais la oportunidad de comprar postales del sitio ya que no las veréis más.
Llegados a la motonave con un calor infernal, nos disponemos a comer y sin para mucho en la habitación, salimos para visitar el Obelisco Inacabado en las horas centrales del día y con un calor sofocante y deshidratador.
El famoso Obelisco Inacabado se encuentra en una cantera en Asuán. Es famoso ya que los egipcios nunca llegaron a acabarlo ya que empezó a grietarse, lo que hizo a los ingenieros de la época pensar que la calidad del granito no era buena y plantearse la imposibilidad de trasladarlo.
El Obelisco iba a ser el más grande construido ya que mide casi 42 metros y pesa 1200 toneladas.
El hallazgo de este monolito fue muy importante ya que permitió conocer la manera en que los antiguos egipcios construían dichas moles.
A pie de cantera se pueden observar distintos orificios en los que se introducían troncos mojados en agua, el agua al secarse dicen que hacía estallar el tronco y por tanto la piedra.
De aquí nos llevaron a ver la Presa de Asuán que no tiene nada curioso que ver más que la panorámica inmensa del lago Nasser y al otro lado el río Nilo.
Si vais atentos por el camino vereis en una orilla del río el templo de Filae, el cual dicen que es precioso verlo con el espectáculo de luz y sonido.
De aquí nos llevan a ver dos tiendas para turistas, la de Pairos y la de Esencias. Mi consejo es que no compréis nada aquí ya que los precios son totalemnte españoles y europeos. Por poco que busqueis en El Cairo veréis los mismos papiros el doble de baratos.
Los de la Tienda de Papiros dicen que sus papiros son únicos y originales, lo cual es totalmente incierto porque los ves en cualquier tienda allí y aquí, y además más baratos. En la que nos llevaron vendían papiros que eran pintados por Nubios, eran bonitos, muy caros, y por el motivo anterior dudosos.
Nada más entrar a la tienda te ofrecen té y te cuentan de forma cansina porque lo repiten 20 veces al día durante todo el año, cómo es la elaboracíon de los papiros, y la manera de distinguir entre el papiro hecho de platano (os vendrá bien para compralos en otro lado...) y el bueno, que está hecho de caña.
De allí, recorrreis 10 metros y os meten en la Tienda de Esencias, donde te venden perfumes que emulan a los originales (En España lo venden las tiendas de chinos) en cuanto a olor y precio. Además os intentan vender esencias para todo tipo de funciones como viagra, resfriado, tos, etc.
En conclusión, el día es muy duro y merece la pena la parte de Abu Simbel, pero la segunda parte os podéis quedar en el barco descansando si lo necesitais ya que no lo merece tanto.
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