La sensación al llegar a España ha sido y es una mezcla entre incredulidad, mala hostia y asombro. Visto lo visto, cuando alguien me diga lo de que "como en españa en ningún sitio" me va a costar Dios y ayuda contenerme para no soltarle de hostias hasta desenroscarle la boina.
A pesar de mi germanofilia, fui con algunos clichés instalados inconscientemente en la cabeza, tanto buenos como malos, que estos días y las charlas con la gente que he conocido han ayudado a suavizar. Ahora bien, el viaje ha tumbado más mitos en contra que a favor.No es jauja ni el Edén. Hay gilipollas y capullos como en todas partes.
Hay alemanes que están hasta los huevos de Alemania (gente muy joven y gente mayor, sobretodo). Hay yonkis, zonas chungas (nos metimos en un barrio de Stuttgart que tenía tela) y demás trapitos sucios (aunque putas por las calles junto a las zonas comerciales no hemos visto ninguna). Incluso también tiene corrupción (me he enterado hoy de lo del Volksbank), chusmilla de guante blanco y demás paisanaje. Pero la sensación general, y subjetiva of course, es que el sistema funciona.
La cosa pública, sin ser perfecta, va tirando más bien que mal. Se palpa en el ambiente cierto orden, cierto algo, que no noto en el corral de comedias al que llaman Valencia.No atan los perros con longanizas pero he podido ver con mis propios ojos lo que otros foreros que viven allá han comentado más de una vez: la gente joven puede plantearse un proyecto de vida, independizarse, formar una familia o sencillamente rascarse los huevos sin tener que pasar por el aro de cumplir cadena perpetua porque eso es lo que hay. Me vengo con la sensación de que allí la gente joven tiene futuro.
La experiencia contada entera en: http://www.burbuja.info/inmobiliaria/showthread.php?t=36701
sábado, 18 de agosto de 2007
Viaje a Alemania contado de 1ª mano
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